Desde finales del siglo XIX, el Parque Central se convierte en un lugar tranquilo dentro de la villa urbana para pasear y relajarse un rato fuera del ruido de la ciudad. ciudad y en él se encuentran gran variedad de árboles y plantas entre los que destacan los impresionantes eucaliptos y el bosque de cedros.
Tiene una fuente de estilo romántico en la entrada y otra más arriba con la entrañable figura de El Negrito, una figura de piedra que representa a un hombre negro de dimensiones reducidas que viste con colores llamativos y sostiene una jaula de color amarillo con una mano. Probablemente fue donación de algún indiano en recuerdo de los que se fueron a hacer las Américas.
Junto al área de juegos para niños, hay un pequeño estanque de forma ovalada, con peces y un manantial central.
En el centro del Parque, una gran pista de cemento es testigo de bailes, conciertos y actos diversos durante el año.